Un momento especial. Un tiempo esencial para nuestros jóvenes. Sin lugar a dudas, una encrucijada en la que estamos comprometidos intensamente. Cuando llega esta etapa, entendemos que «abrir todas las puertas» se convierte en el gran objetivo.
No importa el camino elegido. Importa que puedan emprenderlo, que se hayan preparado para cruzar al otro lado del río y que puedan viajar solos. Importa que hayan aprendido a querer, a esforzarse, a disfrutar, a tener sueños y límites. Importa que viajen con una maleta repleta de herramientas intelectuales, emocionales y morales que les permitan ser quien ellos mismos hayan decido. Importa que el contrato de confianza que hemos firmado con ellos pueda ser renovado con sus nuevas relaciones. Importa que puedan hacer algo que merezca la pena ser contado.