Celebramos la fiesta de San Marcelino Champagnat y lo hacemos juntos construyendo su sueño día a día, año a año, ladrillo a ladrillo.
Como recuerda en su mensaje el superior general, H. Ernesto Sánchez, “nuestro carisma, inspirado por el Espíritu a través de San Marcelino y los primeros hermanos, se ha mantenido y desarrollado a lo largo de 207 años a través del testimonio y entrega de tantos Maristas de Champagnat. Actualmente, nosotros formamos parte de esa gran familia que ha recibido la herencia de este don. Estamos llamados a gozarlo, a mantenerlo vivo y a adaptarlo a los tiempos actuales para continuar haciendo el bien”.
Por eso, para manifestar que somos una familia y que en Maristas nos sentimos en casa, en el hermanamiento de hoy hemos construido nuestras casitas, en cuyas paredes hemos reflejado nuestros nombres y cualidades. También hemos jugado juntos y los mayores han contado a los más pequeños alguna anécdota de Marcelino. Por último, el baile de Champagnat ha servido como gesto final de esta intensa mañana en que celebramos la fiesta de San Marcelino.
Gracias por aportar tu ladrillo, tu trabajo, tu pasión, tu espíritu de familia a la construcción del sueño de Champagnat.